La Gran Comisión es nuestro mandato.
Conociendo a Dios, quien nos ha demostrado de tantas maneras su amor,
perfección, sabiduría y omnisciencia, nos damos cuenta de cuánta razón
tiene el apóstol Pablo al decir que la voluntad de Dios es "buena,
agradable y perfecta".
Pero
para conocer esa voluntad de Dios, es imprescindible entender que El
tiene un plan y un propósito para todo, y para cada uno en particular, y
que no puede hacer nada sin un propósito absolutamente perfecto y bueno,
y en armonía con su naturaleza santa. En la misma naturaleza vemos esa
perfección y belleza, y que detrás de todo lo que existe hay un plan, un
diseño armonioso.
Es el
caso de la luz, cuya naturaleza última todavía es un misterio para la
ciencia, pero que penetrando en nuestros ojos, tan complejos y
delicados, produce impulsos eléctricos que llegan al cerebro, y nos
permite ver todas las cosas y disfrutar de la creación de Dios. ¡Una
maravilla de diseño!
Si esto
es cierto de la creación física que nos rodea, cuánto más lo será de las
cosas espirituales, que son las de verdadero valor. Veamos, pues, lo que
las Escrituras nos enseñan acerca del plan de Dios, sus propósitos y su
voluntad.
A. Los
Planes De Dios
Dios
tiene un plan perfecto para cada persona, que forma parte y armoniza con
un plan eterno de manifestación de su gloria, de su sabiduría y de su
amor. Descubre algunos aspectos de esos planes divinos:
1. El
plan de Dios para la creación
a.
Según
b. ¿Qué
cosas o personas están incluidas en ese propósito?
¿No es
hermoso pensar que hay un plan integral de Dios; que formamos parte de
él, y que nuestro amado Salvador y Señor es el centro de ese plan?
¡Aleluya!
2. El
plan de Dios para el ser humano
Gracias
a Dios no somos descendientes del mono, ni producto de una casualidad
ciega y sin propósito. Dios tiene propósitos para el ser humano, y un
plan precioso.
a.
b.
c.
3. El
plan de Dios para sus hijos
a.
b.
B. La
Voluntad General Y La Específica
1.
La voluntad general de Dios
Hay
muchos aspectos de la voluntad revelada de Dios que son universales, es
decir, que rigen para todos en todas las circunstancias, y por lo tanto
no necesitamos orar o preguntar a Dios acerca de ello. Son los
mandamientos que se derivan de su misma naturaleza santa y amorosa.
Sólo tenemos que descubrirlos en la Palabra y obedecerlos. Recuerda
algunos de ellos en los siguientes textos:
2.
La voluntad
específica de Dios
Tiene
que ver con situaciones específicas, para las cuales las instrucciones
generales de las Escrituras no dan mucha luz, como por ejemplo:
"¿Debo
casarme?; ¿Con quién?"; "¿Qué carrera debo estudiar?"; "¿Debo dedicarme
al ministerio?"; "¿Debo hacer este viaje?"
Para
estas cosas, sólo la dirección del Espíritu Santo nos puede dar
respuestas. El Espíritu puede usar muchos medios para hacernos conocer
la voluntad específica de Dios para cada situación particular. Veremos
algunos de estos medios más adelante.
Cómo
Conocer La Voluntad De Dios parte #2
Dios
conoce lo que es mejor para sus fines eternos y perfectos, así como para
nosotros, pero tiene que tratar con un ser humano limitado e imperfecto,
no siempre atento a su voz y no siempre obediente. Por ello encontramos
que la voluntad de Dios puede tener dos expresiones
diferentes:
1.
La voluntad directiva de Dios
Los
mandamientos e instrucciones que encontramos en la Palabra de Dios
revelan su voluntad directiva, es decir, lo que Dios quiere que hagamos,
porque en su sabiduría sabe que es lo mejor. Así también cuando el
Espíritu revela la voluntad de Dios para nosotros, está revelando su
voluntad directiva.
2.
La voluntad permisiva de Dios
Pero
cuando el hombre no sigue la voluntad directiva de Dios, porque no supo
discernir esa voluntad, o porque no la buscó, o porque sencillamente la
desobedeció, entonces Dios puede, si así lo quiere, permitir al hombre
seguir su propia iniciativa. Esto lo hará siempre que esa iniciativa no
vaya en contra de los mandamientos expresos de la Palabra de Dios, ni de
su naturaleza santa.
Lo
concedido por la voluntad permisiva de Dios nunca será el mejor camino,
y muchas veces habrá consecuencias desagradables.
En
Ezequías
llora y ruega tanto, que Dios le concede 15 años más de vida.
Pero el
relato posterior nos muestra las consecuencias de ello: errores
tremendos; le nace un hijo que sería uno de los más idólatras y
blasfemos en la historia de Israel, y una muerte sin pena ni gloria (
Según
D. Cómo
Podemos Conocer La Voluntad De Dios
1. Los
medios para conocer la voluntad de Dios
a.
Por su Palabra revelada (Salmo
119:105,
130;
b.
Por su Espíritu Santo (
c.
Por las circunstancias. Aunque no siempre, las puertas abiertas o
cerradas pueden indicar la voluntad de Dios, como en el caso de Pablo en
d.
Por los dones del Espíritu: profecía, palabra de ciencia y de
sabiduría (
e.
Por sueños y visiones. (
2. La
actitud para conocer la voluntad de Dios
Cualquier persona puede leer la Biblia y conocer intelectualmente la
voluntad de Dios. Pero eso no garantiza que toque su corazón y lo mueva
a hacer dicha voluntad. Tiene que haber una actitud correcta que permita
la obra del Espíritu Santo en el corazón y el espíritu.
a.
Salmo 1:2:
Debemos meditar en Su palabra de día y de noche con gozo, y no como una
obligación.
b.
c.
3. El
resultado de
hacer la voluntad
de Dios
¡Qué
hermosas promesas para los que siguen la voluntad del Señor!
¡Vale la
pena! Por eso, escudriña tu Biblia todos los días, y medita en ella para
conocer su voluntad agradable y perfecta, y ora para que Dios te revele
su voluntad para cada día y cada decisión que tienes que tomar.
¡Él
nunca te defraudará!
Memoriza
el siguiente versículo: "Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi
Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud."
Salmo
143:10
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