La Gran Comisión es nuestro mandato.
Base Bíblica:
Romanos 5:1
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo.
Introducción: Para que el nuevo
creyente se desarrolle saludablemente y pueda establecer una relación de
amor y comunión espiritual con Dios es necesario que no tenga dudas con
respecto a su aceptación por parte de Dios.
Desde
el momento que uno pone su fe en Cristo, la guerra entre tú y Dios está
terminada para siempre. Tu culpa moral delante de Dios, la cual creó una
barrera de enemistad entre tú y Dios y envió a Jesús a la cruz, es
quitada de una vez por todas cuando tú recibes su regalo de la
justificación.
¿Qué es la Justificación?
Justificación es un acto de Dios por el que declara que el pecador
esta ya libre de condenación y le restaura el favor divino cuando el
pecador confía en Cristo para el perdón de sus pecados. El pasaje más
importante que describe la justificación en relación a los creyentes
está en
Romanos 3:21-26.
Somos justificados, declarados justos, al
momento de nuestra salvación. La justificación no nos hace justos, sino
más bien declara nuestra justificación. Nuestra justificación procede de
poner nuestra fe en la obra terminada de Jesucristo. Su sacrificio cubre
nuestro pecado, permitiendo que a través de él, Dios nos vea como
perfectos y sin culpa. Porque como creyentes estamos en Cristo, Dios ve
la propia justicia de Cristo cuando nos mira. Esto satisface las
demandas de perfección de Dios; así que de esta manera, Él nos declara
justos – Él nos justifica:
Romanos 5:18-19.
Necesidad de
la Justificación
Tu posición (sin Cristo) delante de
Dios era la de un reo condenado a muerte por haber violado la ley de
Dios. Por medio de la justificación Dios te da una nueva posición: la de
absuelto, libre de condenación porque Cristo siendo justo y sin mancha
pago por ti muriendo en tu lugar en la cruz del Calvario. Sin esto seria
imposible que pudieras tener paz en tu corazón y comunión con Dios.
Veamos cual es la condición del hombre sin Cristo según la palabra de
Dios:
Isaías
59:2,
Juan 3:36,
Romanos 3:23,
Romanos 5:12,
Romanos 6:23
Conclusión: La Justificación te ha dado una nueva
posición que nunca se alterara en tanto mantengas tu fe en Cristo. El
acto justificador de Dios no necesita repetirse y las bendiciones son
permanentes
2 Corintios 5:17-19.
.
.