Iglesia de Dios Fuente de Vida

La Gran Comisión es nuestro mandato.


Las Demandas Del Discipulado

Las  Demandas Del Discipulado #1

 El cristianismo genuino no es sólo asistir a los cultos y gozarse en la alabanza y adoración a Dios, ser testigos o participantes en sanidades y milagros, orar en lenguas y gozarse al ver los dones del Espíritu funcionando en un culto, y escuchando un hermoso sermón.

Según Efesios 4:11-16 Dios ha dado a su iglesia los dones del ministerio "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio..."

 Este perfeccionamiento, este continuo crecimiento en el conocimiento de Cristo tiene una meta: llegar a "la estatura de la plenitud de Cristo". Pero, avanzamos a esa meta haciendo "la obra del ministerio".  Es decir, sirviéndole en un compromiso absoluto, porque le hemos reconocido como nuestro Señor, y ese compromiso nos lleva al DISCIPULADO, que tiene demandas muy claras para nosotros.

 El énfasis humanista y materialista de nuestro tiempo ha hecho que, consciente o inconscientemente, los cristianos hayamos olvidado las demandas del Señor Jesús. Los rezagos de egoísmo de nuestra "carne" nos impulsan a recibir, recibir y recibir bendiciones, pero no a dar.

 Con frecuencia cedemos ante las presiones y "cantos de sirena" del mundo, y llegamos a pensar que no nos hace daño un poco de ese "mundo", o que tenemos derecho a ello. Pero el precio de nuestra salvación: la muerte de Cristo y el inmenso amor de Dios demostrado en la cruz del Calvario, no pueden tener otra respuesta que la entrega de "todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo" (1 Tesalonicenses 5:23).

 Veamos, pues las demandas que Jesús nos plantea como discípulos suyos.

 A. Amar A Dios Sobre Todas Las Cosas

1.  Según Marcos 12:30-31.  ¿Cuál es el primer mandamiento de Dios?

2.  Según Lucas 14:26. ¿Cuál es la condición para ser discípulo de Jesús?

La explicación de este verso es que el amor de un discípulo Dios debe ser tan grande, que su amor por sus familiares más cercanos podría compararse con el aborrecimiento.

 B. Amor Por Los Hermanos

1.  En Juan 13:35 ¿cuál es la credencial del discipulado cristiano?

2. En Romanos 13:8  ¿Cuál es la deuda que nunca terminamos de pagar?

3.  En 2 Corintios 12:15 ¿Cómo amaba Pablo a los hermanos?

 Esta es una demanda clarísima del Señor a sus discípulos, consecuencia lógica del segundo gran mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:39), y considerando que nuestros hermanos en la fe son los más próximos, perdonados por la misma sangre, renacidos por el mismo Espíritu, y compañeros de peregrinaje hacia la eternidad.

 C. Disposición Para El Servicio

La tercera demanda de Jesús es una disposición plena al servicio a Dios y a los hermanos. Un discípulo es más que un "creyente". Es un servidor, o en palabras de Pablo en todas sus epístolas: "siervo de Dios", ("siervo" es traducción del griego doulos, que significa esclavo).

1.  En Mateo 20:25-28 ¿En qué consiste la grandeza en el discipulado cristiano?

2.  En Juan  13:13-17 ¿Qué ejemplo nos ha dejado Jesús?

3.  En Gálatas 5:13 ¿Cómo debemos servirnos los unos a los otros?

Las  Demandas Del Discipulado #2

 D. Obediencia Al Señor

 1.  Según Juan 8:31 ¿cuál es otra condición para ser verdaderos discípulos de Jesús?

2.  En Lucas 6:46-49 ¿Cuál es la queja de Jesús contra algunos de sus discípulos? 

3. ¿Qué resultado produce el oír las palabras de Jesús y obedecerlas?

 Si creemos en Cristo y le amamos, debemos obedecerle, de la misma manera en que creemos en nuestros padres y les obedecemos porque les amamos, aunque no tengamos otra prueba tangible de que lo sean realmente, sino sólo nuestro instinto filial (fe), y nuestra gratitud por sus cuidados y amor.

 La desobediencia fue un ingrediente básico en el pecado de Adán, y es uno de los rasgos que más resalta de la naturaleza humana caída. Por eso Dios demanda obediencia a los que le aman, lo cual debe ser un rasgo característico en sus vidas, y especialmente en los que quieren ser genuinos discípulos del Señor. Fe y obediencia siempre deben ir juntas.

 E. Una Vida Fructífera

 Una de las necesidades fundamentales del ser humano es el vivir una vida útil, con propósito y trascendencia. Lamentablemente la mayoría de las personas llegan a la ancianidad y a la muerte sin haber visto satisfecha esta necesidad, porque los logros o "fruto" de una vida separada de Dios, son temporales y no trascienden a la eternidad. Es por esto que la vejes, en la mayoría de estas personas, es símbolo de frustración, tristeza y decepción de la vida, porque uno de los anhelos más fuertes: el de una vida fructífera, ha quedado insatisfecho.

 Dios, en su amor por la humanidad y sabiendo lo que necesitamos, no solamente nos permite tener una vida fructífera, sino que de hecho lo demanda de sus discípulos. No porque El necesite de nosotros, sino porque nosotros lo necesitamos.

 1.  Lee Juan 15:1-8. Según el v.8 ¿cuál es la demanda de Dios para ser verdaderos discípulos de Jesús?

2. ¿Qué cantidad de fruto demanda Dios de nuestra vida?

3. El concepto de fruto en la vida del discípulo es muy amplio. Lee los siguientes pasajes, y anota qué cosas pueden ser el fruto que Jesús demanda, orando que Dios te revele si están faltando en tu vida, y pidiéndole que te ayude a abundar en ellos:

 a. Juan 4:34-36: Dios nos llama a recoger la cosecha para que su gozo sea también el nuestro.

b. Romanos 6:22: La liberación del pecado trae como fruto la santificación.

c. 2 Corintios 9:7-11: Debemos dar con alegría abundando en toda buena obra para que los frutos de nuestra justicia produzcan acción de gracias a Dios en las demás personas.

d. Gálatas 5:22-23: Sobre el fruto del Espíritu contra los cuales no hay ley.

e. Filipenses 1:9-11: Que abundemos en amor y conocimiento de la palabra a fin de caminemos firmes hasta el día de nuestra salvación.

f. Colosenses 1:10: Que nuestro caminar y obrar sea agradable al Señor y que crezcamos en el conocimiento de Dios.

g. Tito 3:14: Enseñemos a nuestros discípulos a tener buenas obras para que produzcan fruto (discípulos)

h. 2 Pedro 1:5-10: Sobre como producir fruto y mantenernos firmes.

 F. Sujeción A La Disciplina De La Iglesia

 En el Nuevo Testamento hay dos palabras griegas relacionadas con el discipulado: mathetes, que significa aprendiz, discípulo, uno que aprende con esfuerzo de su maestro (Mateo 9:14; 10:1), y paideía, que significa enseñar, discipular, incluyendo corrección y castigo (Hechos 7:22; Hebreos 12:6-10; 2 Timoteo 3:16).  

Por lo tanto, todo discípulo es un aprendiz, que debe ser instruido y corregido con firmeza, si es necesario, como parte del proceso de discipulado. La disciplina, pues, hay que entenderla como algo necesario para nuestro crecimiento espiritual, como una ayuda en nuestro anhelo de llegar a ser semejantes a Cristo, y como expresión del amor de Dios por medio de la Iglesia a cada hijo suyo.

1.  Según Hebreos 12:5-11, ¿Por qué no debemos menospreciar la disciplina del Señor?

2.  Según el v.10, ¿para qué somos disciplinados?

3.  ¿Cuál es la promesa si nos sometemos a la disciplina del Señor, aunque sea dolorosa?

 Memoriza el siguiente versículo "En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos." Juan 15:8

 

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