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Iglesia de Dios Fuente de Vida

La Gran Comisión es nuestro mandato.


LIBERACIÓN DE OPRESIONES MALIGNAS


Parte #1
Con anterioridad estudiamos como vistiéndonos la armadura de Dios, podemos vencer las tentaciones de Satanás y sus huestes. Vamos a considerar en esta lección algo más sobre esas huestes espirituales.
Veremos algunas maneras en que oprimen al ser humano, pero también cómo podemos ser victoriosos y libres de esas opresiones malignas.
a. En Mateo 8:16, uno de los ministerios de Jesús fue echar fuera a los demonios.
b. En Lucas 4:18, Jesús fue ungido para poner en libertad a los cautivos.
c. En Hechos 10:38, Jesús sanaba a los oprimidos por el diablo.

Los demonios son seres espirituales, personalidades invisibles que, habiéndose rebelado contra su Creador, y habiendo sido destituidos de sus privilegios como seres angélicos al servicio de Dios, tratan por todos los medios de someter a los seres humanos a su dominio, para ser él su "dios".

Una de las maneras en que Satanás ha dañado a la raza humana a lo largo de los siglos, ha sido por medio de lo que llamamos opresiones malignas, es decir, acciones directas de espíritus malignos sobre la mente o el cuerpo de los seres humanos.

A. COMO SE MANIFIESTAN LAS OPRESIONES MALIGNAS
Hay diversos grados de opresiones malignas. Como estamos tratan-do de fenómenos espirituales ligados muchas veces a manifestaciones psicológicas, los términos usados para identificarlos pueden variar, y la línea de separación entre ellos es a veces tan sutil, que algunos casos pudieran ser ubicados en dos o más de las clasificaciones. Sin embargo, la enseñanza bíblica y la experiencia de la iglesia nos muestran en líneas generales los siguientes grados de opresión por parte de espíritus demoniacos.

1. Influencia demoníaca
Dice el Dr. Merryl F. Unger en su libro “Los Demonios y el mundo moderno”: "Algunas personas no salvas que viven una vida moral equilibrada, sólo reciben moderadamente la influencia de los espíritus demoniacos, mientras que otras, que desprecian las leyes morales de Dios, reciben una influencia muy severa hasta que se someten a ellas."

Los espíritus demoniacos trabajan con nuestra mente, ejerciendo su influencia para que hagamos cosas contrarías a la ley de Dios; para disuadirnos de orar o leer la Palabra de Dios; para no asistir a los cultos para adorar a Dios, para crear conflictos entre hermanos en Cristo, etc.

2. Ataduras
Sigue diciendo el Dr. Unger: "Cuando se hace caso omiso de la ley moral de Dios de un modo consciente y persistente, la influencia demoníaca puede transformarse en sometimiento a los demonios".
Así, lo que comenzó como un pecado, se convierte en una atadura espiritual, en la que los demonios exacerban y aumentan la esclavitud a esos pecados, anulando prácticamente la voluntad de la persona.

3. Opresiones
"La esclavitud a los demonios alcanza a veces un punto en el cual los espíritus demoniacos acosan y atormentan a sus víctimas".

Estas opresiones pueden consistir en voces, obscenidades y otros fenómenos llamados poltergeist; apariciones de espíritus o fantasmas; ataques de mordeduras, golpes, etc. de parte de espíritus demoniacos, y las formas más repugnantes: el íncubo y el súcubo, la agresión sexual por parte de espíritus a mujeres y hombres respectivamente.
Otra forma de opresiones son las enfermedades causadas por espíritus de enfermedad, las cuales son verdaderas opresiones al cuerpo, que no pueden ser sanadas por medios naturales. Pueden ser dolores de cabeza o de otras partes del cuerpo; ataques de asma; síntomas de cualquier otra enfermedad, y aún el ir secándose hasta la muerte.

¿Qué males causaban los demonios en los siguientes casos?:
a. Mateo 9:32-33: (El mudo endemoniado hablo al ser liberado)
b. Mateo 12:22: (El mudo y ciego endemoniado vio y hablo)
c. Mateo 17:14-18: (El lunático sanó después que Jesús reprendió al demonio.)

4. Posesión
"En la posesión demoníaca, que es una forma extrema de esclavitud y opresión, las anormalidades en el habla y en el comportamiento aparecen de un modo muy acentuado, con manifestaciones físicas violentas... El espíritu demoniaco toma un control tan completo, que se apropia del cuerpo de la víctima y habla por medio de ella con su propia voz, e idioma que puede ser totalmente distinto al idioma del endemoniado".

Un creyente puede sufrir influencias, ataduras y opresiones, pero no puede ser poseído totalmente, aunque sí en forma parcial y temporal, cuando el o los espíritus han entrado a su vida antes de su conversión.

Recordemos que somos espíritu, alma y cuerpo. Dios ha dado vida a nuestro espíritu, y éste es el asiento del Espíritu Santo de Dios. Pero nuestra alma y nuestro cuerpo no han sido regenerados todavía, y pueden en algunos casos seguir siendo víctimas de los espíritus que entraron en su vida antes del nuevo nacimiento.

Parte #2
B. CAUSAS DE LAS OPRESIONES MALIGNAS
1. El pecado
Al considerar las ataduras hemos visto ya cómo la práctica del pecado abre la puerta a espíritus demoniacos. Tenemos un ejemplo en el libro de los Hechos.
Hechos 5:3. La mentira abrió la puerta a Satanás en las vidas de Ananías y Safira.

2. Traumas en la edad prenatal y la niñez
En la lección anterior vimos cómo traumas de la niñez producen heridas en el alma. Añadiremos ahora que muchos de esos traumas también pueden abrir la puerta a espíritus malignos.

3. Por herencia
Cuando los padres o antepasados han practicado alguna forma de ocultismo, o han sufrido ataduras u opresiones malignas graves, es posible que los espíritus que los oprimían pasen a los descendientes. En Éxodo 20:2-5, el pecado contra el primer mandamiento trae consecuencias hasta la tercera y cuarta generación; y toda forma de ocultismo, herejías, o conducta que desafía el señorío de Dios sobre nuestra vida, son pecados contra el primer mandamiento.

4. Por contacto con ocultismo o cultos falsos
Veremos esto con más detalle más adelante.

5. Por abusos sexuales
Los espíritus de sexo pueden pasar de una persona a otra por la relación sexual pecaminosa, por una violación o por una práctica homo-sexual.

C. DIAGNÓSTICO DE LAS OPRESIONES MALIGNAS
Frank e Ida Mae Hammond, ex-pastores bautistas bautizados con el Espíritu, con una sólida formación académica y amplia experiencia en el ministerio de liberación, nos dan dos maneras de saber cuándo una persona puede estar sufriendo de opresiones malignas.

1. Por medio del don de discernimiento de espíritus
Este es uno de los nueve dones del Espíritu mencionados en 1 Corintios 12:10, por medio del cual, en forma sobrenatural, el Espíritu Santo revela la presencia de espíritus demoniacos en una persona.

2. Por la observación de síntomas
Es decir, la observación de los efectos que los espíritus están causando, y que no pueden ser controlados a pesar de la fe y oración del creyente afectado. Algunos de estos síntomas son los siguientes:
a. Problemas emocionales. Disturbios emocionales persistentes, tales como resentimiento, odio, ira, rechazo, autocompasión, celos, depresiones, etc.
b. Problemas mentales. Pensamientos obsesivos; pensamientos obscenos, impulsos de blasfemar, falta de decisión, confusión, dudas, racionalización, pérdida de memoria, etc.
c. Problemas del habla. Uso descontrolado de la lengua como es el mentir, blasfemar, maldecir, críticas, murmuración, burlas, etc.
d. Problemas sexuales. Impulsos incontrolables hacia las fantasías sexuales, lujuria, masturbación, perversiones sexuales, fornicación, adulterio, incesto, afán obsesivo de seducción, prostitución, etc.
e. Adicciones. La nicotina, el alcohol, drogas, medicinas, cafeína o la gula. (Sin descartar la posibilidad de dependencia orgánica en algunos casos).
f. Herejías. El participar en errores religiosos heréticos: religiones paganas y orientalistas como el MahiKari, Hare Krishna, etc.; religiones seudo-cristianas como el mormonismo, los Testigos de Jehová, la Ciencia Cristiana, etc. ciencias mentales (control mental, meditación trascendental); filosofías esotéricas como el rosacrucismo, masonería, etc.; algunas prácticas como el yoga, las artes marciales.
g. Ocultismo. El participar en cualquier forma de ocultismo puede haber abierto puertas para la opresión maligna: curanderismo, brujería, espiritismo, horóscopos, adivinación, la Ouija, astrología, supersticiones, uso de amuletos, culto a los muertos, cultos satánicos, invocaciones a Satanás, magia negra o blanca, etc.
Deuteronomio 18:9-13. Las prácticas paganas son abominación para Dios.
h. Brujería por terceros. La brujería es parte de la cultura de muchos pueblos. Aunque no faltan los charlatanes, también existen los verdaderos brujos que actúan con los poderes del diablo, y que llegan a producir opresiones malignas y aún la muerte. No se debe menospreciar la posibilidad de haber sido objeto de algún daño, brujería o maldición, por parte de terceras personas.

Parte # 3
D. FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA LIBERACIÓN
Uno de los ministerios de Jesús fue el liberar a los oprimidos por el diablo, pero ello no quedó limitado a su ministerio terrenal, sino que ha encargado a su iglesia continuar con ese ministerio, y la ha capacitado para ello.
a. Mateo 10:8. "Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios".
b. Marcos 16:17. "En mi nombre echarán fuera demonios".
c. Lucas 10:19. Jesús nos dio autoridad sobre el enemigo.
d. Filipenses 2:9-11. El nombre de Jesús es un arma poderosa contra las opresiones malignas.
e. Colosenses 2:15. Jesús triunfo en la cruz sobre principados y potestades.
f. 1 Juan 3:8. Jesús vino para deshacer las obras del diablo.
g. Apocalipsis 12:11. Podemos vencer a Satanás por medio de la sangre del cordero de Dios cuando testificamos a los perdidos de Jesucristo.

Vemos que Dios nos ha dado la autoridad suficiente para enfrentar las opresiones del diablo. Esa autoridad está en el nombre de Jesús y en el poder de su sangre. Con estas armas somos "más que vencedores", como dice el apóstol Pablo.

E. RECIBIENDO LIBERACIÓN DE LAS OPRESIONES MALIGNAS
Si al estudiar esta lección piensas que puedes estar sufriendo alguna opresión maligna, busca la ayuda de tu maestro o pastor. Si por alguna razón esto no es posible, puedes dar los siguientes pasos para ser libre de esas opresiones:
1. Ora pidiendo que el Espíritu Santo te revele las cosas en tu vida que pudieron abrir la puerta a espíritus de opresión.
2. Confiesa a Dios específicamente los pecados que el Espíritu Santo te revele, y aprópiate por fe del perdón por la sangre de Jesús, manifestándolo verbalmente.
3. Renuncia verbal y específicamente a esos pecados, y a cada práctica ocultista o culto falso, y a todo poder de las tinieblas, en el nombre de Jesús.
4. Perdona, renunciando a todo resentimiento, mencionando específicamente a las personas y la razón por la cual estuviste resentido contra ellas,
5. Deslígate de todo espíritu maligno que haya estado en tus antepasa-dos, diciendo más o menos así: "En el nombre de Jesús, me desligo de los espíritus de/en mis padres (o abuelos) y en mis antepasa-dos hasta la cuarta generación". Deslígate de todo daño, brujería o maldición, hecho contra ti mismo o contra tus padres, en el nombre de Jesús.
6. Destruye todo objeto relacionado con el ocultismo o cultos falsos; libros, cartas, amuletos, etc. 7. Habiendo hecho todo lo anterior, haz la oración de liberación, con fe en la autoridad que Cristo te ha dado, dirigiéndote directamente a los espíritus que están causando la opresión, ordenándoles que salgan, y rompiendo las opresiones y ataduras en el nombre de Jesús, con toda firmeza y fe, y con plena confianza en tu victoria y liberación.
8. Reafirma tu pertenencia y fidelidad a Cristo.
9. ¡Alaba a Dios y dale gracias por hacerte libre!

La liberación es un proceso, y puedes necesitar más de una sesión de liberación. Pero es muy importante que te mantengas en comunión con Dios, "llenando la casa" de tu vida con oración y con la Palabra de Dios, para conservar esa liberación. Lee Mateo 12:43-45. Si percibes que tu problema es muy profundo, no vaciles en buscar la ayuda de un pastor o hermano con experiencia en el ministerio de liberación.

Conclusión: Aplica Santiago 4:7: "RESISTID AL DIABLO, Y EL HUIRÁ DE VOSOTROS”...