La Gran Comisión es nuestro mandato.
En
esta lección examinaremos un tema importante en el avance hacia una
santidad práctica: LA
DISCIPLINA DEL AYUNO. Aunque parezca a primera vista algo propio del
pasado o de grupos místicos o fanáticos, el ayuno esta respaldado por la
enseñanza bíblica, confirmado por la experiencia de grandes hombres de
Dios en la historia de la Iglesia, y comprobado por muchísimos
creyentes.
El
ayuno no es algo atractivo para la carne. Por el contrario, nuestra
carne se opondrá tenazmente a su práctica, y pondrá toda clase de
excusas. Igualmente, el diablo tratara de disuadirnos de hacerlo, porque
sabe que ganaremos poder espiritual.
Por ello, la práctica del ayuno será posible sólo si anhelamos de todo
corazón crecer en santidad y en victoria, y si tenemos convicciones
claras de que es voluntad de Dios que lo hagamos, y que realmente trae
bendición sobre nuestra vida. Veamos algunos aspectos clave de la
disciplina del ayuno.
A. EL AYUNO EN LAS
ESCRITURAS
1. En el Antiguo
Testamento
a.
En
I Samuel 7:3-6, ¿por qué ayunó el pueblo de Israel?
b.
En
2 Crónicas 20:3, ¿para que ordenó ayuno Josafat?
c.
Ester 4:16, ¿para que pide Ester que ayune el pueblo?
2. En el Nuevo Testamento
a.
Mateo 4:2. ¿Cuantos días ayuno el Señor, y antes de qué?
b.
En
Mateo 17:14-21, ¿para que son necesarios el ayuno y la
oración?
c.
En
Hechos 13:2-3, ¿quienes ayunaron y para que?
d.
En
Hechos 14:23, ¿antes de hacer que ayunó la iglesia?
B. PROPOSITOS DEL AYUNO
A
la luz de los textos estudiados, hay varios propósitos para el ayuno:
1. Para mayor santidad en
nuestra vida
La
santidad se construye sobre una profunda aflicción por el pecado, y el
ayuno es una forma de expresar esa aflicción. Con frecuencia Israel, u
hombres de Dios como David, ayunaron cuando habían caído en pecado, y
dedicaron ese tiempo a la oración.
No
es que el ayuno nos hace santos automáticamente, sino que nos ejercita
en el dominio de los apetitos e impulsos de nuestra carne, y de esa
manera podemos vencer mejor las tentaciones. Además, al ayunar, nuestra
autosuficiencia y orgullo son derrotados, y aprendemos a someternos y a
depender de Dios.
Lee
Ezequiel 16:49, ¿Con que esta relacionada la saciedad de pan?
2. Por dirección de Dios
en circunstancias, especiales.
Lo vemos claramente en la iglesia
en Antioquia, donde al ayunar y orar, el Espíritu Santo pudo hablar a la
iglesia y revelar sus propósitos para con Saulo y Bernabé. Al ayunar y
orar, la mente y los sentidos espirituales son sensibilizados, y podemos
oír mejor la voz del Espíritu Santo.
3. Para fortalecernos
espiritualmente para la lucha contra el diablo
¿Recuerdas como los discípulos no pudieron echar fuera al demonio del
muchacho en
Mateo 17:16? El Señor explica luego que es necesario ayunar y
orar para ello. Uno de los ministerios que Jesús ha dejado a su Iglesia
es el de liberar a los oprimidos por el diablo, y lo podrá hacer mejor
si practica regularmente la oración con ayuno. (Nota: Aunque la palabra
"ayuno" no aparece en algunos manuscritos, si es enseñanza bíblica
reconocida que el ayuno fortalece espiritualmente.)
4. Para intercesión en
situaciones de crisis
Los ejemplos de Josafat y Ester son típicos de situaciones de grandes
crisis, que les llevan a ayunar, y pedir al pueblo que ayune también. Al
ayunar, estamos diciéndole a Dios cuanto necesitamos y deseamos su
intervención en esas situaciones, y reforzamos así nuestras oraciones.
Debemos tomar muy en cuenta este hecho al pensar en la situación que se
vive en nuestro país.
5. Para la ordenación de
ministros para la obra
En
Hechos 14:23, los apóstoles ayunaron y oraron al constituir a
los ancianos en cada iglesia, para encomendarles al Señor. Seguramente
era necesario esto para que recibieran dones del Espíritu por medio de
la imposición de manos, como en el caso de Timoteo (1 Timoteo 4:14). En
las grandes ocasiones en la vida de la iglesia y en el ministerio, el
ayuno tiene un lugar importante.