Iglesia de Dios Fuente de Vida

La Gran Comisión es nuestro mandato.


Enfrentando Las Pruebas (Parte 2)

 

2. Las Pruebas Y El Sufrimiento En La Vida Del Creyente

Después de recibir a Cristo como Salvador y Señor seguimos viviendo como parte de esta humanidad que, en su conjunto, sigue sufriendo las consecuencias del pecado. No es de extrañar que como creyentes tengamos que experimentar dolor y sufrimiento. No obstante, hay una gran diferencia entre el sufrimiento en el mundo, sin propósito ni esperanza, con el que experimenta el cristiano, quien conoce que esta vida terrena es solo un pequeño tramo que lleva a una vida eterna de gozo con Dios. La Biblia nos muestra la realidad de las pruebas en la vida de los grandes hombres de  Dios:

a. Job (Job 1-2) Dios permitió a Satanás probar la fe de Job

b. David (Salmo 32:3-4) Las pruebas vinieron a David debido a sus transgresiones para probar su arrepentimiento.

c. Pablo (2 Corintios 1:5-6; 11:23-29)  y los héroes de la fe (Hebreos 11:35-38) Por declarar la palabra de Dios

3. La Victoria Sobre Las Pruebas

Llegada la prueba, el dolor y el sufrimiento son reales; no los podemos ignorar o aparentar que no los sentimos, pero podemos tener victoria sobre ellos.

A. Las pruebas en la perspectiva de Dios

Aunque el pecado fue introducido en la creación y con él el dolor y la muerte, Dios envió a su propio Hijo para salvar al hombre de las consecuencias de su pecado, y en la cruz derrotó a Satanás y triunfó sobre el pecado y la muerte. De esta manera el dolor, el sufrimiento y la muerte son solo incidentes temporales a la luz de la gloriosa salvación y la perspectiva del goce de la gloria de Dios por toda la eternidad. Dios no permitirá que un creyente sufra como un fin en si mismo, sino que siempre tendrá un resultado de bendición:

 a. Romanos 8:28 Para el que cree todas las pruebas le llevan al bien.

a. 1 Pedro 1:6-7 Para probar nuestra fe.

c. Hebreos 12:9-11 La disciplina es para nuestro provecho

 

B. El sufrimiento de Dios en nuestras pruebas

a. Zacarías 2:8. Dios se compadece de nuestras tribulaciones

b. Juan 11:32-35. Dios siente como nosotros nuestro dolor

c. Colosenses 1:24 Cristo todavía se aflige por su iglesia

Jesús, el creyente más bueno y santo que ha pisado la tierra, no rehúso el sufrimiento por amor a nosotros. Y el nos acompaña en nuestras pruebas y aflicciones porque nos sigue amando.

La cruz nos muestra a un Dios sufriente. La resurrección nos muestra a un Dios victorioso sobre el sufrimiento y la muerte. Por esto cuando clamamos a El en medio de nuestras pruebas, sabemos que El nos entiende y se identifica con nuestro sufrimiento (Hebreos 12:1-4).

 C. La fe, nuestro escudo ante las pruebas

Efesios 6:16 dice que la fe es nuestro escudo contra los dardos de fuego del maligno. Si comenzamos a lamentarnos y quejarnos contra Dios cuando vienen las pruebas, es porque hemos bajado el escudo de la fe. Es por fe que seguimos creyendo que "Dios es amor" (1 Juan 4:8); que nos "predestino para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad" (Efesios 1:5); que "sus caminos son mas altos que nuestros caminos, y sus pensamientos mas altos que los nuestros" (Isaías 55:9); que "a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien" (Romanos 8:28); y que en todas las circunstancias "nos guiara su mano y nos asirá su diestra" (Salmo 139:1-10).

Nuestra fe nos dice que Dios sufre con nosotros. ¿Donde está Dios cuando duele? La respuesta a esta pregunta es cierta: El esta en la cruz, tomando el dolor de Cristo, y el terror de todos los sufrientes del universo." "En Cristo, Dios sufrió solo, total y completamente solo, para que tu y yo nunca tengamos que sufrir solos: 'No te desampararé, ni te dejaré' (Hebreos 13:5). . . Su interés por nosotros no se mide por cuanto debe ser reducido nuestro dolor 'si en realidad le interesa'. Su simpatía es mejor evaluada a la luz de cuanta agonía el sufre a nuestro favor."

 

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