La Gran Comisión es nuestro mandato.
El
Cristiano En El Mundo Parte #1
A
continuación estudiaremos sobre nuestras responsabilidades en el círculo
más amplio del mundo, como hijos de Dios y ciudadanos del Reino de los
cielos, un tema igualmente importante para nuestra vida cristiana.
El
cristiano no es un ser aislado de las circunstancias y de los tiempos.
Tampoco es un ser extraterrestre ni un místico soñador. Por el
contrario, el cristiano es uno "enviado al mundo" por su Señor (Juan
17:18), como su embajador y testigo.
También es alguien bien parado sobre la realidad, que es al mismo tiempo
espiritual y
material. Vivimos inmersos en lo espiritual y lo material
y debemos estar conscientes de ambas partes de la realidad.
Veamos primeramente algunos conceptos importantes, para entender
correctamente la fe en relación al mundo, y nuestra ubicación y relación
con el.
A.
El Mundo Y La Iglesia
El
término "mundo" se usa en la Biblia principalmente en dos sentidos
diferentes:
1.
Como sinónimo de "tierra" o "universo",
y figurativamente: la raza humana.
a.
Juan 3:16.
¿Por que envío Dios a su Hijo al mundo?
b.
Juan 17:15.
¿Que pidió Jesús a su Padre?
c.
Salmo 24:1.
¿De quien es el mundo?
2.
Como una era o edad,
especialmente esta era, con su sistema de vida y pensamiento
caracterizados por el pecado y la rebeldía contra Dios.
a.
1 Juan 2:15-17.
¿Que nos advierte el apóstol Juan con relación al mundo?:
b.
Efesios 2:2.
¿Quien gobierna la "corriente de este mundo"?
c.
Santiago 4:4.
¿Como califica la Palabra de Dios la amistad con el "mundo"?:
Dios
ama al mundo, incluyendo a la raza humana, creados por El como "buenos
en gran manera", y para su gloria. Sin embargo, esta en contra del
"mundo" como sistema de pensamiento y vida alejados de El y de su
voluntad.
El
mandato de Cristo es el de "ir' al mundo en su nombre, como embajadores
suyos, con el mensaje redentor del Evangelio y las credenciales del
poder del Espíritu Santo. No somos llamados a aislarnos dentro de las
cuatro paredes de un templo, sino a ser "luz" y "sal".
La
Iglesia no es algo aparte del mundo, sino que debe estar dentro del
mundo para cumplir su misión. Y la Iglesia somos tú y yo y cada creyente
con el Espíritu Santo en nosotros.
Tenemos que vivir nuestra fe "en el mundo", en nuestra interacción con
la sociedad en todas sus formas: en nuestro contacto con los vecinos,
compañeros de estudio o de trabajo; en el ejercicio de las diversas
profesiones y oficios; en nuestras relaciones con las autoridades y
leyes, etc.
La
fe y la ética que mostramos cuando estamos en el templo o con los
hermanos, no deben ser diferentes a las que mostramos cuando estamos en
el "mundo.” Tiene que haber integridad en nuestra vida. Con estos
conceptos como base, vamos a considerar algunos aspectos de la vida del
cristiano en el mundo:
B.
El Cristiano Y La Política
1.
¿Que es la política?
Se
puede definir la política como "el arte de gobernar y dar leyes
conducentes a asegurar la buena marcha del Estado y la tranquilidad y el
bienestar de los ciudadanos".
Dios
creó a la humanidad para vivir bajo su autoridad, es decir, bajo una
teocracia. A raíz del pecado, Dios establece el gobierno humano como el
medio de mantener el orden en el mundo. Veamos algunas afirmaciones de
la palabra de Dios:
a.
Proverbios 8:15.
¿Para que ha establecido Dios los gobiernos?
b.
Romanos 13:1-5.
¿Avala Dios la existencia del poder político, y que nos exhorta a hacer
con relación a el?
En principio,
pues, las leyes y el Estado son buenos y necesarios debido al estado
pecaminoso del hombre. La gran limitación está en que el mismo pecado
anula casi siempre su eficacia.
2.
¿Puede un cristiano participar en política?
En
base a lo que hemos visto hasta aquí, un cristiano puede y debe
participar en política, si tiene la capacidad y la vocación para
hacerlo. Lo hará como siervo de Dios para bendecir al mundo, al mismo
tiempo que estará actuando como testigo y como "luz".
La
participación del cristiano puede ser en:
a.
Grupos de estudio para orientar a la opinión pública.
b.
Grupos de presión organizados para influenciar la política del
gobierno.
c.
Asumir funciones o cargos públicos.
d.
Aportar capacidad y competencia técnica y profesional.
e.
Grupos de discusión sobre problemas cívicos.
Sin
embargo, el cristiano no puede transigir en su ética y su obediencia a
la letra y el espíritu de la Palabra de Dios. Eso hará que le sea muy
difícil participar en política partidaria, porque se le plantearan
conflictos de fidelidad muchas veces difíciles de reconciliar.
El
Cristiano En El Mundo Parte #2
C.
El Cristiano Y El Trabajo
El
cristiano no es un místico soñador aislado del mundo, ni su fe le
1.
Proverbios 24:10:
2.
Efesios 4:28:
3.
2 Tesalonicenses
3:6-12:
4.
1 Timoteo 5:8:
D.
El Cristiano Y El Sufrimiento Humano
El
ser hecho ciudadano del Reino de los cielos e integrarse a una nueva
familia, la familia de la fe, no anula los lazos de solidaridad que
deben existir entre el cristiano y la humanidad sufriente que le rodea.
Si
va a ser luz y sal, no puede ser indiferente al dolor humano, fruto de
su pecado, porque el mismo ha sido liberado de ese pecado por la gracia
de Dios. Veamos algunos pensamientos sobre el tema que surgen de los
textos siguientes:
1.
Lucas 10:27:
2.
Lucas 10:30-37:
3.
Santiago 2:14-17:
4. En Lucas 4:18: Evangelizar y discipular como el Señor lo hizo debe ser el ministerio mas importante para el cristiano. Debemos llevar libertad a los oprimidos por el pecado.
5.
2
Corintios 1:3-4:
E.
El Cristiano Y El Pecado Del Mundo
Al
vivir en un mundo lleno de pecado e injusticias, el cristiano esta
expuesto a presiones muy fuertes contra las cuales tiene que luchar
constantemente. El diablo utiliza todos los medios para tratar de
debilitarnos, por lo que es importante vestirnos de "toda la armadura de
Dios", para poder estar firmes contra sus asechanzas
(Efesios
6:10-11).
Algunos de los peligros que corremos como cristianos son:
1.
La influencia del pecado por medio de los medios de comunicación
(televisión, diarios, revistas, películas, espectáculos).
Todo
lo que entra por nuestros ojos u oídos queda registrado en nuestra
memoria, y el diablo lo usara para mellar las defensas de nuestra
conciencia.
2.
Adoptar la filosofía de "si todos lo hacen... yo también", rebajando las
normas éticas del Reino a las del mundo.
3.
Convertimos paulatinamente en indiferentes al dolor humano, de tal
manera que no sintamos compasión ni tomemos ninguna acción ante estos; o
tan indiferentes a la injusticia y la corrupción, que las aceptemos como
cosas normales, y no hagamos nada por tratar de corregirlas.
La
protección para esos peligros está en la comunión constante con el Señor
y su Palabra, de tal manera que el Espíritu Santo nos de la sensibilidad
espiritual necesaria.
Memoriza el siguiente versículo
"Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una
generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como
luminares en el mundo"
.
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