La Gran Comisión es nuestro mandato.
Uno de los aspectos fundamentales en el camino
hacia la madurez cristiana es la práctica del amor fraternal en la
congregación de los santos. Ni tú, ni yo, ni nadie, puede decir que ha
llegado a la madurez cristiana si no es capaz de amar a sus hermanos,
aceptándolos tal como son.
Nuestra madurez espiritual no es cuestión de cuantos años tengamos en la
vida cristiana, sino de la manera en que vamos asimilando los principios
espirituales, y estos llegan a ser parte de nuestro carácter y rectores
de nuestra conducta, a partir del nuevo nacimiento.
La
madurez cristiana es descrita por la Palabra de Dios de varias maneras y
usando varios conceptos equivalentes: es el crecimiento del "Cristo en
nosotros"; es la rendición del "yo" carnal y egoísta; es el "andar en el
Espíritu"; es el ir alcanzando la "estatura de la plenitud de Cristo";
es la santificación; es avanzar en el camino a la perfección.
Pero
todos estos conceptos no deben ser meramente doctrinas en el papel, ni
palabras hermosas no respaldadas por la práctica. La doctrina cristiana
bíblica es eminentemente práctica:
"Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores,
engañándoos a vosotros mismos" (Santiago
1:22)
"Mas
el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y
persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra,
este será bienaventurado en lo que pace. Si alguno se cree religioso
entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la
religión del tal es vana" (Santiago
1:25-26).
Con
esto en mente volvamos al tema del amor fraternal, como una de las
expresiones practicas de una genuina madurez espiritual en la vida
cristiana.
A.
El Amor Fraternal Como Mandamiento
Al
estudiar sobre el amor ágape, vimos la gran importancia que da Dios a la
unidad y el amor entre sus hijos. será muy bueno recordar algunas
enseñanzas de la Palabra de Dios sobre el tema, antes de avanzar a los
aspectos prácticos del amor fraternal. Lee los siguientes pasajes,
pidiendo que el Espíritu Santo los grabe bien en tu corazón, y con esa
base empezar a ver en la Palabra de Dios como puedes expresar en la
iglesia, y de una manera practica, "el amor de Dios que ha sido
derramado en tu corazón por el Espíritu Santo que te fue dado" (Romanos
5:5).
1.
Juan 17:20-21: El Señor Jesucristo quiere que su iglesia viva
en unidad.
2.
Juan 17:21,23: La unidad de los hermanos testifica al mundo
de Cristo.
3.
Romanos 12:10: ¿Cual es el mandato de Dios por medio del
apóstol Pablo?
4.
1 Pedro 1:22: El amor fraternal debe ser puro y no fingido.
5.
1 Juan 3:11
y 23:
El mensaje fundamental de la fe cristiana es de que nos amemos unos a
otros.
Con
todo lo anterior como fundamento y punto de partida, veamos ahora en las
Escrituras como debe expresarse el amor fraternal en maneras concretas y
practicas. Para ello vamos a revisar algunas cosas que no debemos
hacemos los unos a los otros, y que encontramos como mandatos de Dios.
B. Los "No" Del Amor
Fraternal
Según los pasajes indicados, que
no
debemos hacernos los unos a los otros.
1.
Romanos 13:8: Nuestra única deuda debe ser el amarnos unos a
otros.
2.
Romanos 14:13: No juzguemos ni pongamos tropiezo al hermano
pora que no seamos juzgados (Mateo
7:1).
3.
Gálatas 5:26: No nos vanagloriemos de nosotros mismos ni nos
irritemos unos a otros.
4.
Colosenses 3:9: Dejemos el viejo hombre y no nos digamos
mentiras.
5.
Santiago 4:11-12: El que murmura, la palabra juzga y el que
esto hace es juzgado por la palabra.
Solo Dios tiene derecho a juzgarnos.
6.
Santiago 5:9: No nos quejemos del hermano para que no seamos
condenados.
7.
1 Pedro 3:8-9: Debemos amarnos porque fuimos llamados a ser
salvos y recibir bendiciones de Dios.
El
Amor Fraternal En La Iglesia (Parte #2)
C. Los "Unos A Otros" Del
Amor Fraternal
Pero
el amor fraternal no consiste solo en prohibiciones y "no", sino que
demanda acciones positivas de parte nuestra, para bendición de nuestros
hermanos.
1.
Romanos 15:7: Debemos aceptarnos los unos a los otros tal
como somos, como Cristo nos ha aceptado.
2.
Romanos 15:14:
Debemos amonestarnos con sabiduría y bondad.
3.
Gálatas 5:13: No usemos nuestra libertad en Cristo para
servir a la carne, sino para el servicio mutuo.
4.
Gálatas 6:2: Ayudémonos a llevar las cargas del los demás
cumpliendo así el mandato de Cristo.
5.
Efesios 4:2,
25, y
32:
Practiquemos el amor y siempre hablemos verdad.
6.
Efesios 5:21;
1 Pedro 5:5:
Debemos todos aprender a oír con humildad cuando somos amonestados por
otro hermano.
7.
Colosenses 3:13: Como cristo perdona nuestras ofensas, así
debemos perdonar cuando somos ofendidos por otro hermano.
8.
Colosenses 3:16: Adoremos a Dios llenos de la palabra,
ministrándonos los unos a los otros.
9.
1 Tesalonicenses 5:11: Animemos y fortalezcámonos los unos a
los otros.
10.
Hebreos 13:16: Dios se agrada cuando nos sacrificamos por
ayudar al hermano necesitado.
11.
Santiago 5:16: Pidamos perdón cuando ofendemos y oremos por
el hermano a quien hemos o nos ha ofendido
12.
1 Pedro 4:9: La ayuda que damos al hermano debe ser
incondicional y sin comentarlo con los demás.
Detente por un momento, y haz un balance de tu propia conducta a la luz
de los "no" y los "unos a otros" vistos hasta aquí. Anota tus puntos y
ora para que el Espíritu Santo te ayude a superarlos.
D. Otra Expresión Del
Amor Fraternal
Una
de las maneras practicas en que actúa el amor fraternal como expresión
de madurez cristiana, es la renuncia a derechos que pueden ser muy
legítimos, cuando ello puede traer un bien espiritual al hermano.
1.
1 Corintios
6:1-7 ¿Que es mejor según Dios: entablar una demanda judicial
a un hermano en defensa de nuestros derechos; pedir que hermanos
espirituales sirvan de árbitros, sometiéndonos a su decisión; o
renunciar a dichos derechos en aras de la unidad de la iglesia?
2.
1 Corintios 8:1-13: Aun cuando hay cosas que podemos hacer,
conforme a las escrituras, debemos evitarlas si estas cosas sirven de
tropiezo a otros hermanos; pecamos cuando no las evitamos.
Este
es, quizá, uno de los aspectos más decisivos en el camino a la madurez
cristiana: la renuncia al yo y a los beneficios propios en bien del
hermano y para la gloria de Dios. Es la exhortación de la Palabra de
Dios en
Filipenses 2:3-8. Medita bien en ello, y ora en este mismo
momento, si así lo sientes, declarando tu disposición a renunciar a todo
egoísmo, y a renunciar a tus derechos, si con ello resultare un genuino
bien espiritual para algún hermano en Cristo. Pide que el Espíritu Santo
te llene con su amor y te ayude a cumplir esta decisión.
Memoriza el siguiente
versículo
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