La Gran Comisión es nuestro mandato.
Introducción: Siendo la Biblia inspirada por Dios, Dios mismo
nos habla por medio de ella y esta respaldada por su omnisciencia y
omnipotencia (su conocimiento y su poder infinitos), pero también por su
amor.
Veamos el poder de la Palabra de Dios, según los textos
siguientes
Poder para Crear
6 Por la palabra de Jehová
fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de
su boca. 7 El junta como montón las aguas del mar; Él pone en depósitos
los abismos. 8 Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos
los habitantes del mundo. 9 Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y
existió. (Salmo 33:6-9)
Poder para limpiar y sanar
Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina. (Salmo 107:20)
¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. (Salmo
119:9)
Poder para darnos vida
De cierto, de cierto os
digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. (Juan 8:51)
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las
palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. (Juan 6:63)
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al
griego. (Romanos 1:16)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y
abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la
cual puede salvar vuestras almas. (Santiago 1:21)
Poder para
guiarnos
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi
camino. (Salmo 119:105)
Así que la fe es por el oír, y el oír,
por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)
Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2Ti 3:16-17)
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su
sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, (Hebreos
1:3)
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el
espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y
las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)
Conclusión: Dios
lo decretó antes y después del diluvio y lo confirmó a través de nuestro
Señor Jesucristo quien vino para que ninguno se perdiese y alcanzase la
vida eterna; y como dice en Isaías 55:10-11 "Porque como desciende de
los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la
tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y
pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a
mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello
para que la envié."
.
.