La Gran Comisión es nuestro mandato.
Base Bíblica:
Gálatas 5:22-23, "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley."
Introducción: Uno de los ministerios más importantes del Espíritu
Santo es reproducir el carácter de Cristo en nosotros. La santidad es el
atributo esencial de Dios, y Cristo dio su vida no sólo para salvarnos
de la condenación eterna, sino para restaurarnos a la imagen y semejanza
de Dios en su santidad.
Esto
es llamado el FRUTO DEL ESPIRITU, porque es el resultado de la
influencia del Espíritu Santo en nuestra alma (intelecto, sentimientos y
voluntad), a través de nuestro espíritu. El espíritu renació en la
conversión, pero el alma debe ser renovada en un proceso llamado
SANTIFICACION, y cuyo resultado es el FRUTO DEL ESPIRITU
1. Amor:
Es sufrido, benigno, no tiene envidia, no es jactancioso, no se
envanece. No hace nada indebido, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta. (1 Corintios 13:4, 7)
2. Gozo: Alegría permanente que
tanto el individuo que cree en Cristo, como toda la Iglesia están
llamados a experimentar. No es simplemente una emoción, sino una calidad
de vida basada en la eterna y segura relación del hijo de Dios con su
Padre Celestial.
3. Paz: Tranquilidad y sosiego, lo opuesto de
turbación. Puede referirse a relaciones entre hombres (Mateo 10:34),
entre naciones (Lucas 14:32), o entre Dios y el hombre (Romanos 5:1).
4. Paciencia: En el Antiguo Testamento es la capacidad de soportar
el sufrimiento y el mal (Proverbios 25:15), pero, más profundamente, designa
la naturaleza del gobierno divino (Éxodo 34:6; Números 14:18;
Salmos 86:15, 103:8). Dios
es paciente incluso con quienes merecen castigo (Oseas 11:8; 2 Pedro 3:9), y les ofrece una nueva oportunidad
(Romanos 9:22; Lucas 13:1–9, 34) y tiempo para arrepentirse (Romanos 2:14; 2 Pedro 3:9).
5. Benignidad: tiene que ver con ese sentir interior de hacer el bien,
producido por el Espíritu Santo.
6. Bondad: es la manifestación
exterior de la benignidad que ya ha sido producida en nuestro corazón
por el Espíritu Santo. La benignidad es el sentir, la bondad es el
hacer.
7. Fe: Aprobación que se da a alguna verdad, o confianza
que una persona deposita en otra. Fe salvífica, por ejemplo, es la total
confianza del hombre en Cristo. Cristo es el autor y consumador de la fe
(Hebreos 12:2) y obra fe en nosotros por su Espíritu Santo. El Espíritu
vivifica a la persona que es justificada por la fe. Ya no anda conforme
a la carne sino conforme al Espíritu, en novedad de vida (Juan 6:63; Romanos
7:6).
8. Mansedumbre: En el Antiguo Testamento la mansedumbre se
destaca como virtud de quienes sufren opresión, estrechez, acusación o
privación. Llegó a significar la actitud de sumisión a Dios del hombre o
del pueblo que está en tales circunstancias (Números 12:1–3; Salmo 34:2.
Esta mansedumbre es imitación de Jesucristo y don de Dios; es fruto del
Espíritu (Gálatas 5:23; 6:1), del amor (1 Corintios 4:21), de la elección
(Colosenses 3:12) y del llamado (Efesios 4:1-2).
9. Templanza (Dominio
Propio): Capacidad que tiene un individuo de controlarse o de equilibrar
sus acciones y emociones. Se puede decir que el dominio propio es el
resultado arduo y difícil de un ejercicio de la personalidad. El dominio
propio se contrastaba con la conducta destructora y desordenada (Romanos
13:13; 1 Tesalonicenses 5:6–8;
1 Pedro 1.13)
Conclusión:
Pídele en oración a Dios que te ayude a producir esos frutos, porque es
una de las cosas más importantes en nuestra vida cristiana.
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