Santidad En Las Relaciones Interpersonales
Santidad
En Las Relaciones Interpersonales #1
Es
hermoso poder vivir en victoria y agradando a nuestro Dios, quien "nos
escogió en él (Cristo) antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su
gracia" (Efesios 1:4-6).
Pero la
santidad no es algo personal o individual solamente, no sólo en nuestra
relación con Dios, sino que debe ser también una realidad en nuestra
relación con los demás. Dios nos dice en
1 Pedro 1:15:
"Sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir". Y esto
incluye nuestro trato con todas las demás personas. Por ello el título
de esta lección.
Vamos a
ver, pues, a la luz de la Palabra de Dios, cómo vivir una santidad
práctica en las relaciones más importantes de nuestra vida cotidiana.
A. Santidad Práctica En La
Iglesia
El
hecho de llamarnos con tanta frecuencia "hermanos" en la iglesia, puede
hacer que perdamos conciencia de la profundidad de nuestra relación como
los miembros del cuerpo de Cristo.
A pesar de todos los
defectos que podamos tener, y los errores que podamos cometer, somos
hijos de un mismo Padre, tenemos un mismo Salvador, somos templo del
mismo Espíritu Santo, y tenemos el mismo destino eterno: la gloria con
Dios.
¿Cómo
vivir una santidad práctica en nuestra relación con nuestros hermanos en
Cristo? a.
Romanos 12:10
y
13:8:
Amándonos con amor fraternal.
b.
Romanos 12:16:
Unidos y con humildad.
c.
Romanos 14:13:
Sin juzgarnos ni ponernos tropiezos.
d.
Gálatas 5:13:
Sirviéndonos los unos a los otros.
e.
Gálatas 5:26:
Sin vanagloria, iras ni envidias entre nosotros.
f.
Efesios 4:2:
Con humildad y mansedumbre, soportándonos con paciencia.
g.
Efesios 4:25:
Desechando la mentira y hablando la verdad entre nosotros.
La
santidad no es misticismo, sino algo profundamente práctico. No es tener
una aureola sobre la cabeza, sino vivir el amor a Dios amando a nuestros
hermanos de una manera real. Juan lo resume muy bien en
1 Juan 4:20-21.
B. Santidad Práctica En
La Familia
El
segundo lugar donde debemos vivir en santidad es en nuestra familia.
Estamos en la iglesia sólo algunas horas a la semana, pero convivimos
con la familia mucho más tiempo. El pastor y los hermanos no conocen
muchas áreas de nuestra intimidad. Pero nuestra familia sí, y no podemos
engañarlos.
La
Palabra de Dios nos muestra la importancia de la familia al usarla como
símbolo de la relación entre Cristo y su iglesia. En
Efesios 5:31-32 leemos: "Por esto dejará el hombre a
su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de
la iglesia".
Veamos
las normas divinas para vivir una santidad práctica en nuestras
relaciones familiares. Anota los mandatos para cada miembro de la
familia en los siguientes textos, examinándote a ti mismo con toda
honestidad, y pidiendo a Dios que te ayude a corregir aquello en que
estás fallando:
a.
Deuteronomio
6:5-9: Amar a Dios con todo nuestro ser.
b.
Efesios 5:22-24,
5:25-28:
El hombre es llamado a ser sacerdote de su hogar tal y como Jesucristo
lo es de su Iglesia y la mujer a respetar y sujetarse a su marido
c.
Colosenses 3:19;
1
Pedro 3:7: El hombre de amar y honrar a su mujer con sabiduría y
no maltratarla. En el matrimonio cristiano no hay lugar para machismos o
feminismos, sino el reconocimiento de dos funciones diferentes y
complementarias. La responsabilidad que Dios ha dado al hombre implica
autoridad, pero autoridad en amor y respeto. No autoritarismo.
¿Caben los maltratos a la esposa?
d.
Efesios 6:4;
Colosenses 3:21: Los padres deben criar a los hijos
en disciplina y sabiduría de Dios.
e.
Efesios 6:1-3:
Los hijos deben obedecer y honrar a sus padres porque es mandato y hay
promesa de Dios.
f.
1 Corintios 7:3-5:
Los esposos deben mutuamente cumplir el deber conyugal para no dar lugar
a Satanas a causa de la falta de sexo.
g.
1 Timoteo 5:4,
1 Timoteo 5:8:
Es agradable a Dios que los hijos y nietos sean generosos con los padres
cuando estos tienen necesidades materiales en su vejes.
Aunque
los textos que hemos visto no son exhaustivos en cuanto a todas las
relaciones posibles dentro de la familia, sí nos dan una idea bastante
completa de cómo debe ser nuestro comportamiento dentro de ella. Todo lo
que la Palabra de Dios nos enseña en cuanto a nuestro trato con los
hermanos en Cristo, debe ser, con mayor razón, una realidad en nuestro
trato con los miembros de nuestra familia.
Santidad
En Las Relaciones Interpersonales #2
C. Santidad Práctica En El
Trabajo
Estamos
en el mundo aunque no pertenecemos a él, y el trabajo como medio de
subsistencia es parte de la vida en el mundo y esto nos da la
oportunidad de testificar de Cristo también en nuestro trabajo.
"Vosotros sois la sal de la tierra... la luz del mundo"
(Mateo
5:13-14). La sal sirve para preservar de corrupción,
así como para dar sabor. La luz ahuyenta las tinieblas. La vida del
cristiano debe ser tal, que combata la corrupción en el mundo, dé un
sabor distinto a la vida de aquellos con quienes tiene relación, y
ahuyente las tinieblas que imperan en el mundo, especialmente en el
mundo del trabajo, sea éste profesional, comercial, o de cualquier otra
índole, y aunque signifique no ser bien visto por los demás (Juan
15:18-19).
Resume
en pocas palabras la enseñanza de la Palabra de Dios en cada uno de los
pasajes siguientes:
a.
Deuteronomio 24:14-15: Los patrones deben tratar bien
a sus empleados y renumerarlos como es debido.
b.
Proverbios 20:10: No es licito el engaño en los
negocios.
c.
Proverbios 20:21,
28:6: La
riqueza mal habida no es bendecida por Dios
d.
Efesios 4:28: Debemos trabajar honradamente y
compartir con el necesitado.
e.
Efesios 6:5-9: El empleado debe servir fiel
y diligentemente a su patrón como si fuera para Dios y los Patrones
deben tratar a sus empleados como a hijos de Dios.
f.
1 Tesalonicenses
4:11-12: Debemos tener buen testimonio en nuestro
trabajo
g.
2
Tesalonicenses 3:11-12: Debemos ganarnos nuestro
propio pan.
Ante
las presiones del mundo mercantilista en que vivimos, con sus normas
éticas tan relativistas y rebajadas, es bueno recordar la amonestación
de Dios a Jeremías: "Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a
ellos. Y te pondré como muro fortificado de bronce, y pelearán contra
ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para
defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te
redimiré de la mano de los fuertes" (Jeremías
15:19-20).
D. Santidad En Todas Las
Relaciones Interpersonales
1 Pedro 1:15:
"Sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir". La
santidad es el resultado de la obra regeneradora del Espíritu Santo en
nosotros, más la respuesta de nuestro ser es obediencia por gratitud y
amor ante su gran amor.
La
santidad es un principio de vida que debe reflejarse en todas nuestras
relaciones interpersonales, y no solamente en la iglesia, la familia y
el trabajo.
Por
ejemplo:
1.
Debemos vivir una santidad práctica en nuestras relaciones con
compañeros de estudios, maestros o alumnos. ¿Es correcto que un hijo de
Dios "copie" en un examen? ¿O que le "sople" a un compañero? ¿Que un
maestro cristiano sea injusto?
2.
Debemos vivir una santidad práctica en las relaciones con nuestros
amigos, siendo leales para con ellos.
3.
Los jóvenes deben vivir una santidad práctica en sus relaciones
con el sexo opuesto, no buscando "aventuras" o "pasar el rato", sino con
un profundo respeto a la santidad del sexo y del matrimonio, buscando la
dirección de Dios y su aprobación por encima de los impulsos de las
emociones. Dios dijo siglos atrás: "Engañoso es el corazón más que todas
las cosas" y Pablo aconsejó a Timoteo:
"Huye
también de las pasiones juveniles" (2
Timoteo 2:22).
Todo
esto es posible porque Dios te ha dado el poder por su Espíritu Santo.
La oración, la meditación en la Palabra y el ejercicio de tu fe y
voluntad te permitirán vivir en esa santidad práctica que tu espíritu
anhela, y Dios anhela para
ti.
Memoriza los siguientes versículos
"Mas
ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios,
tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna."
Romanos 6:22
"Sino,
como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda
vuestra manera de vivir."
1 Pedro 1:15