La Gran Comisión es nuestro mandato.
Base Bíblica:
Introducción: ¿Por qué nos debe perturbar el
status quo? ¿Necesitamos un avivamiento? Millones de personas asisten a
iglesias en todo Estados Unidos. Las editoriales llenan el mercado con
libros y revistas cristianas. El número de universidades cristianas se
cuenta en millares. Las actividades religiosas hacen noticia de primera
plana. Los medios de comunicación están llenos de programación
religiosa. ¿Qué más necesitamos? Necesitamos un avivamiento espiritual.
El pueblo de Dios se ha vuelto
olvidadizo y formal. La carnalidad, el descuido y el compromiso han
robado los testimonios de muchas iglesias y cristianos en este mundo
corrupto confundido. Nuestra mayor necesidad es no de más hombres,
dinero o métodos. La mayor necesidad es de reavivamiento espiritual, una
infusión divina de la vida en la iglesia que se declara a través del
flujo interno y externo y de la emanación constante y rebosante del
Espíritu Santo. Esta sociedad con problemas y “santos cansados”
necesita de un
avivamiento real que haga la diferencia en nuestras iglesias y en la
sociedad en general.
1. Conceptos erróneos del reavivamiento. La palabra reavivamiento
nos sugiere restauración, renovación y cambio. El proceso que lleva al
reavivamiento siempre comienza con la rebelión del hombre, continúa con
su remordimiento y culmina con su arrepentimiento y restauración. El
patrón y el proceso es amplificado en el Libro de los Jueces. El
reavivamiento viene del cielo. No puede ser elaborado por el hombre. Hay
que obtenerlo bajo oración. No está hecho por el hombre, sino que es un
milagro de Dios.
Los métodos, organizaciones y la
publicidad no son reavivamiento y no producen avivamiento. Solo el
verdadero reavivamiento que viene del seno de Dios puede despertar,
levantar, y activar al pueblo de Dios. La emotividad y entusiasmo no son
avivamiento, aunque las emociones y el entusiasmo están ciertamente
involucrados cuando Dios se mueve entre su pueblo.
El evangelismo y simplemente compartir
la palabra de Dios, no es avivamiento. El avivamiento genuino que
resulta en un amor por los perdidos siempre se manifiesta en la
evangelización, pero el evangelismo por si solo no es avivamiento. La
educación no es avivamiento. Aprender a hacer el trabajo por medio de la
disciplina mental y principios morales es solamente un sustituto del
verdadero avivamiento enviado del cielo. El crecimiento de la iglesia
por sí solo no es una indicación de un verdadero avivamiento.
2. Mandatos de un reavivamiento real. El reavivamiento real comienza
con el quebrantamiento. Los creyentes deben estar a solas con Dios. Él
habla y ellos son obedientes a Su Palabra. Da lugar a una verdadera
convicción, confesión y limpieza del cristiano.
El reavivamiento comienza con el
pueblo de Dios. El reavivamiento continúa con la suplica por los
pecados. La oración es un elemento vital para llegar al reavivamiento.
Cuando oramos nos comunicamos con Dios. Ninguna obra de Dios es de valor
duradero sin la oración. El reavivamiento continúa con una carga.
Después de haber sido confrontados con nuestro pecado, después de
suplicar a nuestro Padre Celestial por la limpieza, entonces estamos
agobiados por la voluntad de Dios. Queremos más que cualquier otra cosa,
encontrar, seguir y cumplir la voluntad de Dios para nuestras vidas. El
reavivamiento culmina en el comportamiento. El reavivamiento culmina en
un cambio de comportamiento. El creyente se vuelve de terco, flojo, y de
sus caminos de pecado a la obediencia. Cuando los santos obedecen,
entonces Jesús es exaltado en nuestros corazones, nuestras mentes y
nuestros hábitos. El reavivamiento que no afecta nuestras creencias y
nuestro comportamiento es del hombre y no del cielo.
Los mandatos para un avivamiento
enviado del cielo se establecen en
3. Manifestaciones del reavivamiento. Algunos rasgos innegables del
reavivamiento son un espíritu humilde, odio al pecado, hambre por
asimilar las Escrituras, la santificación del creyente, la honestidad
entre los siervos de Dios, y una cosecha de almas. Estamos justamente
preocupados por el crecimiento de la iglesia, la evangelización, los
conflictos juveniles, las escuelas, la vida familiar, y la formación de
discípulos. Añadamos una mayor preocupación, la enseñanza bíblica sobre
el avivamiento. John Wesley en gran medida nos han entregado la clave
del reavivamiento cuando dijo: "Dame cien predicadores que temen nada
más que el pecado y desean nada más que a Dios, no me importa si son
clérigos o laicos. Son los únicos que van a sacudir las puertas del
infierno y establecer el reino de los cielos en la tierra".
Conclusión: Se necesita desesperadamente un
avivamiento real en la Iglesia de Jesucristo. No debemos conformarnos
con las representaciones falsas. Un reavivamiento genuino hará una gran
diferencia en nuestra sociedad. Cambiara el status quo. Gran parte de lo
que se llama reavivamiento en el mundo de hoy no ha producido ningún
cambio de comportamiento. Las evidencias del verdadero reavivamiento
entre los creyentes incluyen un espíritu humilde, odio al pecado, el
hambre por las Escrituras, la santificación, la honestidad entre los
siervos, y una cosecha abundante de almas. Cuando el pueblo de Dios toma
en serio su condición espiritual y decide cumplir las condiciones de
Dios para un verdadero reavivamiento, entonces el verdadero
reavivamiento vendrá de Dios.